A finales de 2019 el gobierno encargó un estudio sobre el uso y la viabilidad del Pazo de Quintas cuyas conclusiones ya tenemos. El documento comienza haciendo un análisis pormenorizado de las distintas posibilidades que sugería el plan director de 2016 para convertir el pazo en un museo del paisaje cultural de A Lanzada. En este sentido el estudio llega, entre otras, a las siguientes conclusiones:  

• Un museo de contenido básicamente arqueológico supone una gran complejidad legal y técnica.  

• Al Museo de Pontevedra no le interesa una sede en el pazo, ya que tiene prevista su ampliación con nuevos edificios. 

• La escasa viabilidad económica por el alto coste que supondría la contratación de arqueólogos, conservadores, restauradores, etc. 

• Un museo arqueológico sería una reiteración de otros proyectos en marcha como la musealización de las excavaciones de A Lanzada.

Teniendo en cuenta estos inconvenientes, el estudio propone una nueva orientación del pazo hacia una temática novedosa y de mayor interés para la población local y los visitantes, mucho más dinámico y dinamizador que un museo arqueológico o un centro de interpretación: un Museo de la Cultura Gastronómica de Rías Baixas.

Una propuesta que tiene en cuenta los principios básicos del plan director que se hizo en su momento y que se adapta perfectamente a las características del edificio y sus jardines.  

Un centro singular, único en Galicia, que atraería nuevos visitantes especialmente en la temporada baja y que contribuiría a dinamizar la restauración y la hostelería de Sanxenxo.  

El turismo gastronómico y enológico ha adquirido en los últimos años una gran importancia. España se ha convertido en un destino gastronómico preferente con más de 15 millones de visitantes anuales solo para disfrutar de nuestra cocina. 

Galicia, que cuenta con los mejores productos, tiene un amplio margen de mejora en este sector. Por eso la Xunta de Galicia aprobó un plan estratégico enogastronómico 2018 - 2022 en el que encaja perfectamente la propuesta del Pazo de Quintáns.

Galicia carece de un centro destinado a poner en valor, integrar y difundir su gastronomía. Una oportunidad que Sanxenxo puede aprovechar para atraer un tipo de turista bien informado, exigente, que evita la temporada alta y que se desplaza a los destinos los fines de semana y puentes. El nuevo equipamiento servirá para desarrollar programas de promoción de los establecimientos de hostelería y restauración de Sanxenxo y la zona.

Además, el turismo gastronómico tiene una gran repercusión en la creación de empleo, pues la cadena de producción y procesamiento que hay detrás de cada plato es muy amplia, pescadores, hortelanos, ganaderos, vendedores, cocineros, camareros, propietarios de locales, etc.

Las 3 principales funciones del museo gastronómico son:  

1. Promoción, difusión y protección del patrimonio y la cultura gastronómica de Rías Baixas.

2. Impulso y desarrollo del conocimiento, contribuyendo al intercambio de ideas y experiencias gastronómicas.  

3. Formación e investigación al servicio de la hostelería y la restauración, con especial atención al sector en Sanxenxo.  

El estudio propone ligeros cambios en la distribución interior del edificio auxiliar del pazo, así como su equipamiento con una serie de electrodomésticos y sistemas tecnológicos.  

El centro contará con 7 espacios:  

1. Recepción y punto de información.

2. Bar, cafetería y córner gastronómico para la venta de productos.  

3. Espacio de presentación de actualidades.

4. Espacio para eventos y actividades en el jardín interior y exterior donde habrá una carpa de 240 m2 y zona de apoyo en el hórreo. 

5. Aula para cursos de formación.

6. Aula de gastronomía y cocina con todo el equipamiento necesario, isla central, electrodomésticos, mesas, etc.

7. Espacio de exposición permanente equipado con mesa de proyección interactiva y táctil, proyectores de videos, muros retroiluminados, etc.

Por último, el estudio incluye un plan de viabilidad en el que se calculan los ingresos y los gastos previstos en los tres primeros años de funcionamiento, periodo en el que el centro alcanzará unos ingresos de 117.098 € y unos gastos de 191.000 €.

En definitiva, un centro de estas características supone para Sanxenxo una oportunidad única de posicionarse como un destino gastronómico para amantes del buen comer, que vengan a disfrutar de la calidad de nuestra cocina, desde el tapeo más sencillo a los mejores mariscos y pescados.