La “asociación hablamos español” solicitó permiso para montar una mesa de recogida de firmas el sábado 28 de julio. Se le concedió el permiso porque es un derecho que asiste a esta y a cualquier otra asociación que cumpla los requisitos legales.
Durante la recogida de firmas se produjeron incidentes y altercados que requirieron la intervención de la policía local y la guardia civil y que los medios de comunicación recogieron puntualmente al día siguiente.
La “asociación hablamos español” ha vuelto a pedir autorización para el hoy y para el día 26 de agosto. El Concello, a través del jefe de la policía local, desaconsejó la autorización, aunque finalmente la Subdelegación de Gobierno, que es el órgano competente la ha autorizado. Los incidentes ocurridos en la anterior ocasión y que la fecha solicitada coincida en plenas fiestas patronales recomendaba, desde el punto de vista del gobierno de Sanxenxo, no autorizar la solicitud presentada.
Además, es evidente que esta asociación quiere utilizar el escaparte de Sanxenxo, como principal destino turístico de Galicia en estas fechas, para que sus actos adquieran la repercusión mediática que no tendrían de otra forma.
Es un derecho constitucional de cualquier asociación legal el manifestarse y recoger firmas a favor de lo que consideren oportuno. Pero no es menos cierto que, en este caso, se intuyen segundas intenciones, menos plausibles y democráticas, que las que se argumentan en la solicitud del permiso. La verdadera intención de esta asociación no es recoger firmas, sino crear polémica para lograr mayor repercusión mediática para su colectivo y su principal dirigente.
Si su única intención fuera recoger firmas utilizarían otros medios tecnológicos, bastantes más eficaces y que son a los que habitualmente están utilizando las asociaciones que promueven iniciativas similares.
Con la misma contundencia que rechazamos la utilización de Sanxenxo para intenciones espurias, el gobierno se opone a cualquier intento de aprovechar el acto autorizado por la Subdelegación para buscar polémicas y enfrentamientos por parte de colectivos de signo ideológico contrario.
Los polos opuestos suelen coincidir en el interés de alterar y perjudicar la buena convivencia entre la mayor parte de la sociedad, que actúa con bastante más sentido común y hace uso de su libertad de hablar en gallego y en castellano cuándo y cómo quiera. La gran mayoría de la sociedad no comparte los planteamientos radicales, ni de unos, ni de otros y, por tanto, rechaza cualquier utilización maniquea de los derechos constitucionales y democráticos.
El gobierno de Sanxenxo respeta, porque es nuestra obligación, la autorización de la Subdelegación del gobierno para hoy y para el domingo día 26 de agosto, a partir de las siete de la tarde. Para que no se repitan los incidentes de la vez anterior y, por tanto, no favorecer con una nueva polémica los intereses de la asociación solicitante pedimos a los vecinos y, especialmente a los concejales de la Corporación, que eviten participar en cualquier confrontación que contribuya a manchar el buen nombre de Sanxenxo.