Este año se celebra la XXXVI Edición da Feria da Cebola y los dos galardonados con la Cebolla de Oro tienen un nexo común, que es su fidelidad y amor a Sanxenxo.

Alberta Manuela González tiene 90 años y es vecina de Sanxenxo. Alberta fue pantalonera con Jesus Paz, el sastre de la Villa de Sanxenxo.

A los 15 años, y hasta hace tres, fue catequista de niños, pero sobre todo de adultos. Ha preparado a más de 500 personas. Una de ellas, a la que recuerda con especial cariño. Un señor de Francia que a sus 84 años estaba sin bautizar. Ella lo preparó y pudo bautizarse, hacer la comunión y confirmarse, además, ella fue su madrina.

Tiene un diploma y una medalla que le envió Benedito XVI, en reconocimiento a su labor por la iglesia.

Enrique Martinez Marín tiene 59 años y nació en León. Al poco de casarse vino por primera vez a Sanxenxo, y desde hace 16 años pasa todos los veranos en el municipio. Para él Sanxenxo es “más que un lugar de veraneo, tenemos aquí parte muy importante de nuestras, raíces, nuestros amigos y nuestras aficiones”.

A su descubrimiento personal de Sanxenxo, se suma el profesional, tanto en su etapa de coordinador del Plan Nacional de Territorios Inteligentes, como ahora, como presidente de SEGITUR, ha tenido la ocasión de conocer, de primera mano el municipio y a un gran equipo profesional aquí.

Enrique, es licenciado en ciencias políticas y sociología, además tiene un master en gestión pública y otro en liderazgo y dirección pública. Además, es experto en evaluación de políticas y calidad de los servicios. 

Ha sido vocal asesor del Gabinete de la SESIAD, coordinador del Plan Nacional de Territorios Inteligentes y Presidente del Comité Técnico de Normalización 178 de UNE. En la actualidad es presidente de SEGITTUR, la Sociedad Mercantil Estatal para la Gestión de la innovación y las Tecnologías Turísticas.

El gobierno de Sanxenxo está trabajando mano a mano con SEGITUR para convertirse en un destino turístico inteligente, que supone el establecimiento de una revalorización del destino que permita aumentar su competitividad, mediante un mejor aprovechamiento de sus atractivos naturales y culturales, la creación de otros recursos innovadores, la mejora en la eficiencia de los procesos de producción y distribución que finalmente impulse el desarrollo sostenible y facilite la interacción del visitante con el destino.