Se cumplen 6 días desde la puesta en marcha de los cambios de tráfico.

El gobierno no ha querido valorarlos antes porque preferimos hacer un análisis sereno a dejarnos llevar por la inmediatez o la ansiedad.

El gobierno está muy satisfecho con los cambios. Según ha avanzado la semana, la mejora se ha hecho más evidente. Por supuesto, el primer día hubo confusión en los conductores que no conocían las novedades, algo inevitable cuando se hacen cambios importantes. Pero en ningún caso hubo el caos que algunos dicen. Los que se lanzaron a criticar desde el primer minuto son los mismos que en 1999 se opusieron a la supresión de la doble dirección de Silgar y la Avda. de Madrid.

El principal objetivo del cambio es mejorar el acceso a la zona más comercial y hostelera de los vehículos que llegan por la rotonda de Arnelas, más del 70% del total que accede a la villa. Antes eran los más perjudicados, pues tenían que recorrer la Rúa Progreso y la Avda. de Madrid para llegar al puerto, ahora el acceso es más directo y rápido.

Un segundo objetivo es evitar el tráfico de vehículos que antes recorrían la Avda. de Madrid y Silgar simplemente para ver o dejarse ver. Ahora circulan menos coches, sólo los que se dirigen al puerto y los residentes.

El cambio, por tanto, prima la entrada de vehículos a la zona más emblemática. Un concello que vive del turismo debe facilitar el acceso. Eso sí, haciéndolo compatible con la humanización y ampliación de espacios peatonales. Sanxenxo entre 1999 y 2003 creó 100.000 m2 de zonas peatonales en el puerto deportivo y entorno.

Antes resultaba más fácil salir del puerto, pero a costa de perjudicar la entrada. Los datos dicen que la salida siempre es más escalonada que la entrada y que el tráfico por la rotonda de Arnelas es muy superior al que accede por la Avd. León (PO-308). En función de todo ello hemos invertido los términos para priorizar la entrada de vehículos.

Hay quien se pregunta por qué la Avda. de Madrid tiene un sentido y el contrario. Hay dos razones, facilitar el acceso a los comercios y el mercado y, por otro lado, la mejora de este último incluirá un parking de varias plantas que necesitará de un buen acceso.

El gobierno no toma decisiones a la ligera, como algunos quieren dar a entender, pensamos mucho lo que vamos a hacer, pero una vez que estamos convencidos de las ventajas no dudamos en actuar.

No somos inmovilistas, trabajamos para que Sanxenxo siga avanzando. Otros presumen de “progresistas”, pero ante los cambios siempre reaccionan como los más conservadores.