El gobierno local dará a conocer el resultado de la rehabilitación con jornadas de puertas abiertas en grupos reducidos y cumpliendo el protocolo anti-Covid
Sanxenxo suma a su catálogo de bienes patrimoniales protegidos la recuperación de un nuevo edificio, el Pazo de Quintáns, que junto a la Torre de A Lanzada fueron declarados Bien de Interés Cultural. La obra en el emblemático inmueble ha culminado después de 13 meses de trabajo y una inversión de 1,8 millones de euros, de los que 1,3 millones proceden de la ayuda concedida por el Ministerio de Fomento a cargo del programa 1,5 % Cultural. Los últimos trabajos se centraron en la carpintería interior, la dotación de servicios y el acondicionamiento de la plaza y el patio interior, presidido por un centenario abeto blanco, uno de los ejemplares conservados del recinto.
El gobierno local quiere que los vecinos conozcan de primera mano las instalaciones llamadas a convertirse en el primer Museo de la Cultura Gastronómica de las Rías Baixas a través de jornadas de puertas abiertas explicativas. Teniendo en cuenta la situación sanitaria actual se tendrán que realizar previa inscripción y en grupos reducidos cumpliendo el protocolo de prevención del Covid 19.
Sanxenxo y de forma especial Noalla recupera parte de su historia con un inmueble en el que todavía se continuará trabajando en nuevas fases. El gobierno local quiere recuperar el jardín botánico de la extensa parcela de más de 10.000 metros cuadrados que rodea el Pazo y poner en valor la fuente, así como la mesa y bancos de piedra que presiden la parte trasera de la finca. Una mejora para la que se encargará un proyecto que responda a las necesidades de un espacio histórico y de enorme riqueza medioambiental. También se continuará trabajando en el amplio hórreo de la finca, así como en sus posibles usos, después de que en esta primera fase se asegurase la estructura y el tejado.
De forma inminente, el gobierno acondicionará una parcela municipal anexa al Pazo de Quintáns para dotar de zona de estacionamiento. La finca tiene una superficie de 840 metros cuadrados y una capacidad para albergar 32 plazas de aparcamiento, 31 para coches y una para autobús. La puesta a punto de este aparcamiento contemplará el desmontaje del cierre de piedra y la demolición del firme actual. Los trabajos prevén el desbroce de la parcela, una solera de hormigón y la pintura de las plazas de aparcamiento. El Concello ha encargado un proyecto para dotar de este servicio al Pazo de Quintáns aprovechando la parcela anexa al inmueble.
