El Concello concluyó la rehabilitación del Priorato de Arra tras una inversión de casi 400.000 euros. La última fase de los trabajos se centró en los revestimientos de suelos, paredes y techos en las distintas estancias, pero también en el acondicionamiento del patio exterior con una rampa de acceso que comunica los distintos espacios. El alcalde, Telmo Martín, y la concejala de Urbanismo, Flavia Besada, supervisaron hace unos días el final de los trabajos.

El gobierno local estudia destinar parte del espacio a fines turísticos en los que poner en valor el patrimonio natural y arquitectónico del interior del municipio como la Ruta del Padre Sarmiento o el yacimiento de A Lanzada. Este uso no impedirá en ningún caso la utilización para actividades puntuales de las asociaciones de la parroquia de Adina.

El Priorato tiene dos edificaciones independientes que cierran el patio central, que articula todas las salas de la planta baja. En esta planta se acondicionaron tres locales y un almacén, aseos masculinos y femeninos, un distribuidor y un cobertizo. La primera planta acogerá una sala de usos múltiples, un despacho, un almacén y un hall. Entre las dos plantas suman una superficie útil de 480 metros cuadrados. La obra incluye también la renovación del saneamiento.

En la mejora de este inmueble, que en su día fue vivienda de unos monjes benedictinos relacionados con el monasterio de Armenteira, se han invertido cerca de 400.000 euros. De ellos, 190.000 euros fueron para la restauración de la cubierta y los muros de cerramiento de la edificación y los 185.000 que invirtieron en la adecuación de los espacios, procedentes del Plan Concellos de la Diputación de Pontevedra. Antes de desarrollar estos trabajos, previamente fue necesario llevar a cabo una serie de tareas para restaurar el cierre perimetral del priorato y cambiar puertas y ventanas.