El objetivo es iniciar, a principios de noviembre, la actividad presencial con aforos reducidos y medidas de seguridad
El Taller de Memoria reinició ayer la actividad entregando material didáctico a 25 usuarios en Noalla y Sanxenxo. La profesora María José Pérez Cacabelos estableció un calendario y un cronograma para repartir y recoger las tareas por las distintas casas de cultura hasta que se retomen las clases presenciales. Hoy fue el turno de Vilalonga, de 11 a 12 horas, y de Bordóns, de 12:30 a 13:30 horas; el jueves, en Dorrón, de 10 a 11 horas y de 11:30 a 13 horas, en Portonovo, y el lunes, de 10:30 a 11:30 en Nantes y de 12 a 13 horas en Adina.
Las actividades están adaptadas a los distintos niveles de formación desde sopas de letras hasta fichas de caligrafía, ortografía o textos mutilados. La entrega de este material permite mantener el contacto con el alumnado para que mantengan la menta activa a pesar de la situación de alerta sanitaria.
El objetivo es retomar, a principios de noviembre, la actividad presencial con aforos reducidos y medidas de seguridad. “Muchos alumnos me transmiten la necesidad de retomar las clases. Las fichas les ayudan a estar entretenidos, pero en muchos casos necesitan hablar y estar en compañía”, explica Pérez Cacabelos.
En todo caso, el protocolo sería muy estricto con limitación máxima de aforo a diez personas o incluso más reducido, si el espacio no permite mantener la distancia de seguridad. Esta medida obligaría en algunos casos a desdoblar la clase e impartir varias sesiones por zona. La mascarilla y el uso del gel hidroalcohólico será obligatorio para asistir a las clases y, a mayores, la profesora tomará la temperatura a los alumnos a la entrada.