El Concello tramita el documento que permitirá un control más ordenado y eficiente de las zonas sensibles a fuegos forestales
Sanxenxo contará en 2022 con el primer Plan Municipal de Prevención y Defensa contra los incendios forestales. El proyecto fue elaborado por la empresa Seaga, al amparo de un convenio que la empresa tiene con la Xunta y con la Fegamp y al que está adherido el Concello. Este convenio tiene como objetivo que todos los ayuntamientos gallegos cumplan la legislación autonómica en materia de prevención y defensa contra los incendios. De este modo, la Xunta de Galicia pone a disposición de las entidades locales los servicios de la empresa para elaborar los planes en aquellos lugares donde aún no se tengan, como era el caso del municipio de Sanxenxo.
El plan elaborado por Seaga fue remitido a los técnicos municipales para que realizaran sus aportaciones y se pueda aprobar de forma provisional y en la Xunta, de forma definitiva. El documento contempla la creación de franjas secundarias, es decir, áreas de seguridad que se separen 50 metros del límite geográfico del núcleo rural, que deben estar libres de maleza y de especies pirófitas. “Este é un paso moi importante para poder cumprir coa lexislación vixente, podendo controlar moito mellor os límites das parcelas, de maneira ordenada e eficaz", explica el edil de Medio Ambiente, Juan Deza.
En el plan se analiza la actividad incendiaria por cada una de las siete parroquias durante diez años (2008-2017) concluyendo que el riesgo potencial para el concello es alto y está declarado Zona de Alto Risco (ZAR). Durante este periodo, según datos de la Consellería de Medio Rural, Sanxenxo presenta una media de 7,50 incendios por año y 1,43 hectáreas quemadas. El número total de incendios fueron 75, siendo Vilalonga la parroquia que más fuegos registró, 24.
Así, a mayores de la franja perimetral de 50 metros de los suelos urbanos, de núcleo rural y urbanizable, se gestionará la biomasa alrededor de las edificaciones destinadas a las personas, viviendas aisladas, urbanizaciones, depósitos de basura, campings, gasolineras y parques industriales situados a menos de 400 metros de monte. También alrededor de edificaciones aisladas destinadas a las personas en suelo rústico a más de 400 metros del monte.