Museo Lar trae a Sanxenxo la exposición de las obras de la novena edición del Concurso de Murales con Azulejo
Ocho murales de azulejos con 16 recreaciones del mar, naufragio ocurridos en la Costa da Morte se muestran desde hoy en el Paseo de Silgar. La exposición itinerante fue inaugurada esta mañana por la concejala de Cultura, Paz Lago, y el fundador de la Obra Social Suministros Lar, Gonzalo Rodríguez, en el entorno del Círculo de los Deseos.
Las obras que tienen forma de proa de barco están construidas con restos de azulejos por alumnos de institutos y personas con capacidades diferentes adscritas a distintas asociaciones. La exposición surge del concurso Murales de Azulejo convocado por la empresa Lar como forma de contribuir con el arte y con la cultura, pero también con el medio ambiente. Y es que para realizar este trabajo no se consume ningún tipo de energía y los materiales son restos de azulejos que se reciclan en cada obra. Esta es la novena edición del concurso que cada año tiene una temática diferente con piezas, resistentes a la intemperie, y con un peso de 1.000 kilos aproximadamente por cada pieza.
La exposición es fruto de un importante trabajo de investigación sobre historia. La empresa les facilita el material para la obra en la que trabajan durante todo el curso escolar. Los participantes aprenden a realizar un proyecto integral pasando por todas las fases, teniendo que aportar documentación técnica, materiales, planos, descripción, fotografías…
El objetivo es un encuentro entre arte, cultura e historia como forma alternativa al museo tradicional llegando al público de forma itinerante en espacios concurridos. Cada pieza tiene un código QR donde se puede consultar el proyecto y el proceso de trabajo.
En esta novena edición se registraron 255 participantes. La Asociación APEM con la reproducción de la corbeta francesa La Bayonnaise fue la ganadora del concurso. El navío francés fue embarrancado en aguas de Fisterra el 28 de noviembre de 1803 por sus 250 tripulantes cuando era perseguido por el británico Ardent.
En segundo lugar, se clasificó el instituto Isidro Parga Pondal, de Carballo, con una reproducción del Ambaca, un navío portugués, el primero del país vecino que tuvo luz eléctrica, que el 23 de diciembre de 1917 se fue al fondo cerca de Cabo Touriñán. El tercer puesto fue para el Fernando Blanco, de Cee, por su trabajo sobre el Serpent, y accésit para el Manuela Rial por una copia del San Jerónimo. Todos ellos se pueden ver desde hoy en el Paseo de Silgar.