Los datos de recaudación del parking de enero y febrero de este año superan ampliamente a los de años precedentes. En los dos meses se han alcanzado cifras más propias de primavera y otoño que del invierno, que es el periodo más flojo de la actividad turística. Además, hay que considerar que excepto en navidad y una semana de febrero la climatología no ha sido precisamente una ayuda.

En enero la recaudación sumó 15.955 euros lo que supone un 63% más que los 9.799 € recaudados en 2019. El dato es más relevante si tenemos en cuenta que ya en enero de 2019 se ingresó un 37% más que en 2018.
En febrero se recaudaron 16.377 € un 56% más que en 2019 que con 10.527 euros ya había superado la recaudación de 2018 en un 21%. En resumen, los dos meses arrojan una subida muy sustancial, sobre el incremento que ya se produjo en 2019 sobre 2018. Y si miramos un poco más atrás, en ambos meses, la recaudación ha triplicado las cifras de 2016.

La tendencia ascendente es anterior a estos meses pues ya en el último trimestre de 2019 se habían producidos crecimientos espectaculares de 38% en octubre, 89% en noviembre y 90% en diciembre con respecto a 2018. La posible explicación de estos datos hay que buscarla en varios factores. Por un lado, el crecimiento de la temporada baja que ya viene manifestándose desde 2016 no solo en los datos de parking, también en las pernoctaciones hoteleras y las cifras de agua y recogida de basura. Un segundo factor es la atractiva oferta hostelera y gastronómica que hay en el puerto y su entorno, la rúa Augusto García Besada, rúa dos Barcos, avda. del Puerto, etc. Unido al precio tan competitivo del parking, 1,67 € por hora, frente a otros lugares que superan los 2,60 € por hora.

Por último, los cambios de tráfico facilitan la entrada de vehículos al puerto, especialmente los que acceden por la autovía que superan el 70% del total de automóviles que vienen a Sanxenxo. El puerto deportivo, que este año cumplirá en noviembre 15 años, se ha convertido en el gran dinamizador de la actividad económica de la villa. Una zona que, a la belleza paisajística de siempre, suma desde 2005 más de 60.000 metros cuadrados de espacios peatonalizados, facilidad de acceso y aparcamiento y una variada oferta gastronómica y comercial.