Los arquitectos del proyecto adaptarán los espacios a las necesidades planteadas por los representantes de los placeros
Con el objetivo de que los vendedores del mercado de abastos de Sanxenxo se encuentren cómodos y que el nuevo espacio responda a sus necesidades, el concejal de Economía, Marcos Guisasola, y la edil de Urbanismo, Flavia Besada, acompañados de los arquitectos del proyecto se reunieron con los representantes de los placeros en el salón de plenos del Concello para exponerles la distribución y zona que ocuparán dentro de la nueva plaza en las dos primeras plantas del edificio.
Durante el encuentro, los vendedores plantearon la posibilidad del cambio de bancada tradicional de pescado por puestos independientes que permitan de forma clara distinguir cada puesto y cierta libertad en la organización del producto. Un planteamiento que los arquitectos del estudio Gemma Arquitectura se comprometieron a adaptar en su proyecto, en el que se preveían tres islas con bancadas corridas, y darles a conocer el resultado sobre plano a mediados del próximo mes de enero. En cuanto a la ubicación de las cámaras frigoríficas y obradores, el proyecto contempla la concentración de estas instalaciones en el fondo del mercado, pero accesibles y cercanas a los puestos, para ganar espacio en los propios stands de venta.
Mientras se ultiman los detalles del proyecto con los vendedores, las obras avanzan en el nuevo local provisional de la plaza de abastos de Sanxenxo en la Rúa Progreso que ocupaba el supermercado Eroski. La previsión es que los trabajos estén rematados a mediados del próximo mes de enero que será cuando se trasladen los vendedores. Al lado del local hay un aparcamiento con capacidad para medio centenar de vehículos, que se habilitará durante los días de mercado y en horario matinal solo para clientes y servicio del mercado. En la actualidad, dispone de siete puestos fijos y 60 bancadas.
El proyecto contempla el levantamiento de un edificio sostenible y traslúcido con una planta subterránea de aparcamiento, con capacidad para 40 vehículos, frigorífico, ascensor y montacargas. Por encima habrá seis plantas, la baja y la primera para el mercado y las cuatro restantes acogerán espacios comerciales, culturales y gastronómicos. Así mismo, los servicios no solo se centrarán en la venta de alimentos, sino que también estará dotado de un espacio gastronómico, comercial y cultural. Además, una vez iniciadas las obras, se podrá circular por la avenida de Madrid en dirección Pontevedra hasta la rotonda de confluencia con la rúa Progreso, evitando que los vehículos tengan que subir por las calles Cesteiros y Constitución para acceder a la Rúa Progreso. Se tratará, por tanto, de un cambio que se mantendrá una vez construido el nuevo mercado y que será compatible con el acceso a su parking subterráneo para los vehículos que procedan de Dorrón y Bordóns.