La obra sale a concurso tras lograr la ampliación de concesión de los terrenos portuarios hasta 2047
Nauta Sanxenxo acaba de licitar la primera fase del proyecto Batea en Tierra seleccionado en 2019 para remodelar el entorno portuario. La obra sale a licitación por 1.498.938 euros y un plazo de ejecución de nueve meses tras lograr la ampliación de la concesión del entorno del puerto hasta 2047. La superficie de la zona en la que está prevista la primera fase de actuación asciende a 5.259 metros cuadrados en la que se proyecta un talud ajardinado que comunica la Praza dos Barcos y la Praza do Mar.
El proyecto contempla la creación de un parque jardín que genere una continuidad topográfica como un elemento charnela entre la Praza de los Barcos, el Paseo de Silgar, el Paseo dos barcos, el dique y los puertos pesquero y deportivo. Se mantiene un acceso rodado al puerto pesquero por el exterior de la plaza, con carácter restringido. El aparcamiento mantiene las plazas actuales. Se mantienen todos los locales comerciales en concesión, sin intervención ninguna, ajustando para ello la pendiente del jardín.
La intervención de esta fase contempla también la rehabilitación y mejora del pavimento en la Praza dos Barcos y su integración dentro del proyecto, la redistribución del mobiliario urbano existente y la simplificación y unificación de todos los elementos de señalética.
Una de las constantes en el paisaje litoral gallego son los acantilados vegetales, generalmente sobre lechos rocosos cubiertos por bandas de vegetación y cuya formación, según se adentran en la costa, se va haciendo más densa, desde pequeñas plantas crasas que van dejando paso a formaciones herbáceas hasta formaciones arbustivas entre las que pueden encontrarse algunos ejemplares arbóreos.
El diseño de plantación se inspira en estos paisajes de costa que salpican el litoral y se intercalan entre las zonas urbanas y los arenales de las Rías Baixas. A pesar de que el espacio natural costero en esta zona se encuentra muy alterado y construido, pueden encontrarse lugares (puntas, cabos, acantilados, playas, senderos) en los que la vegetación aún presenta flora propia de hábitats costeros y dunares atlánticos formando mosaicos de riqueza florística.
Se ha optado por introducir especies autóctonas propias de la comunidad por su resistencia a los vientos, la salinidad y su bajo consumo de agua. Con el diseño se pretende recrear un paisaje natural en el espacio urbano que conecte a los usuarios y visitantes con el entorno, creando un espacio conector de biodiversidad y de valor ornamental, con masas arbustivas de floración escalonada y abundante.
Uno de los pilares base en el desarrollo de la infraestructura verde es el uso, la selección y la gestión sostenible de la vegetación en la planificación urbana. En este caso se han seleccionado plantas autóctonas o adaptadas a condiciones adversas (bajas necesidades hídricas, resistencia a la salinidad) lo que conlleva una disminución en los costes de mantenimiento del espacio en base a la reducción de los aportes hídricos, las podas y los tratamientos fitosanitarios.
El objetivo es la creación de un auténtico pulmón verde en pleno centro urbano de Sanxenxo, en el que se plantarán 33 árboles (pinos y tamarices), 4.369 arbustos de ocho variedades diferentes y un total de 10.289 plantas. Las especies serán autóctonas, de diferente porte y con distintos estados de floración que permitan tener una variación cromática a lo largo del año.